Científicos de la NASA han aprobado la opción de una rampa voladora para el estudio de Venus
Venus es el "gemelo" de la Tierra. El dispositivo, que tiene una estructura inusual, ayudará a explorar mejor el planeta.
La Agencia Aeroespacial Estadounidense aprobó una propuesta de astrónomos de la Universidad de Buffalo para crear un avión de prueba para estudiar la superficie de Venus. El nombre de trabajo de esta unidad es BREEZE. Esta abreviatura se traduce como "pendiente biotecnológica para ambientes extremos e investigación zonal".
Los desarrolladores están seguros de que las alas flexibles de esta nave espacial hacen posible moverse en la atmósfera gruesa, caliente y agresiva del planeta gemelo. De hecho, la presión atmosférica en su superficie es 90 veces mayor que la de la Tierra. Según uno de los creadores del proyecto, Javid Bayandor, la naturaleza misma dice cómo mejorar la seguridad del vuelo.
El sistema BREEZE le permite aumentar el grado de control sobre la nave espacial a un nivel que aún no se puede lograr. De hecho, en Venus, no solo la alta presión y temperatura, sino también los vientos más fuertes.
El barco puede ser alimentado por la luz solar. A pesar del hecho de que la superficie del planeta está oculta de la estrella central por una gruesa capa de nubes, la iluminación es suficiente para alimentar los paneles solares. Esto se debe al hecho de que el brillo del Sol en Venus es varias veces mayor que en la Tierra.Además, la nave se alimentará lo suficiente cada 2 o 3 días, cuando volará sobre la parte soleada del planeta.
Este complejo proyecto fue realizado por científicos del Laboratorio de Seguridad Híbrida y Espacial de la Universidad de Buffalo. La rampa espacial fue creada como parte del programa espacial estadounidense Innovative Advances Concepts. La NASA otorga subvenciones para tales proyectos por un monto de 125 mil dólares para aquellas tecnologías que, en su opinión, tienen un alto potencial científico.
La nave espacial puede enfrentar enormes dificultades. A pesar de la proximidad de Venus a la Tierra, el planeta no es accesible para el explorador de la Tierra. De hecho, la presión del aire en la superficie es la misma que en la Tierra a una profundidad de 900 m. La temperatura en la superficie alcanza los 500 grados.
La última vez que los astrónomos estadounidenses estudiaron el segundo planeta desde el Sol con tanto detalle en 2007. Esto fue posible gracias al trabajo del Mensajero. Tomó 50 fotos de alta calidad de un planeta caliente. Actualmente, la atmósfera del planeta está siendo estudiada por la sonda espacial japonesa Akatsuki.
Obviamente, en la próxima década, el estudio de Venus se volverá más activo. Se sabe que los científicos rusos planean lanzar el vehículo de investigación espacial Verena-2 para 2025. Los resultados del estudio ayudarán a responder la pregunta de por qué Venus es tan diferente de la Tierra y si existe la posibilidad de terraformarlo, es decir. poner a disposición de una persona.